Señor, no me interrumpas, estoy orando

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Juegos Cristianos

Teatros / Dramas

Publicado el 25/08/14 12:53

Título: Señor, no me interrumpas, estoy orando

Tiempo / Personajes: 10 minutos / 2 personas

Resumen: ¿Qué ocurriría si cuando fueses a orar Dios te interrumpiese? En este divertido teatro nuestro jóven se dispone a hacer su oración diaria antes de acostarse cuando una voz le interrumpe. Una breve y sencilla obra de teatro ideal para realizar en la iglesia o en cualquier velada de jóvenes.

Presentación: Se ve una cama, y el/la joven que hace la oración está en pijama preparado/a para irse a dormir.

SEÑOR NO ME INTERRUMPAS, ESTOY ORANDO

JOVEN: ¡Qué cansado/a estoy! Tengo tanto sueño que creo que me voy a quedar dormido/a haciendo la oración. Ya sé, haré una oración muy cortita y a la cama. (Se arrodilla y se pone a orar). “Padre nuestro que estas en los cielos...

VOZ: ¿Si? ¿Qué quieres hijo/a mío/a‘?

JOVEN: No me interrumpas Señor, que estoy orando.

VOZ: Pero tú me has llamado.

JOVEN: ¿Te llamé? Yo no te llamé. Sólo estoy orando: “Padre nuestro que estás en los cielos...”

VOZ: ¿Ves? Lo hiciste de nuevo.

JOVEN: ¿Qué hice?

VOZ: Me has llamado. Dijiste: “Padre nuestro que estás en los cielos”.

JOVEN: Pero yo no quería decir nada con eso. ¿Sabes? Yo sólo estaba haciendo la oración de la noche. A veces repito la oración modelo: El Padrenuestro, me hace sentirme bien, tanto como cuando cumplo una tarea.

VOZ: Bueno, continúa orando.

JOVEN:“Santificado sea tu nombre…”

VOZ:Espera un momento, ¿qué quieres decir con eso?

JOVEN:¿Con qué?

VOZ:Con el Santificado sea tu nombre

JOVEN:Quiere decir… quiere decir…. ¡y qué sé yo! No sé lo que eso quiere decir. ¿Cómo lo podría saber? Sólo sé que forma parte de esa oración. A propósito… ¿qué es lo que quiere decir?

VOZ:Quiere decir honrado, santo, maravilloso.

JOVEN: ¡Ah! Así ya tiene sentido. Nunca antes había pensado lo que la palabra “santificado” quería decir. Bueno continúo: “Venga tu reino, sea hecha tu voluntad así en el cielo como en la Tierra…”

VOZ: ¿De verdad que quieres decir eso?

JOVEN: Claro, ¿por qué no?

VOZ: ¿Y qué vas a hacer tú para eso?

JOVEN: ¿Hacer? Supongo que nada. Pienso que sería mucho mejor si tomaras el control de todo aquí abajo como lo tienes allí arriba.

VOZ: ¿Crees que tengo el control sobre ti?

JOVEN: Bueno, voy a la iglesia, a veces hago la lección...

VOZ: Eso no fue lo que te pregunté. Me refería a tus deseos, tus envidias, tu mal comportamiento, tu carácter, tu entrega incondicional a mí. ¿Sabes? Ahora tienes un gran problema con respecto a esto. Además, hay otras cosas como la forma enque gastas el dinero... sólo para ti. ¿Y qué tipo de libros lees, o qué tipo de música escuchas o qué programas ves?

JOVEN: No me mires sólo a mí. Al fin y al cabo soy igual a algunos que hay en la iglesia.

VOZ: Espera un momento, ¿pensé que estabas orando para que mi voluntad sea hecha? Y si eso debe ocurrir, debe comenzar por aquellos que oran, como tú, por ejemplo.

JOVEN: Vale, está bien. Creo que sí, que tengo algunos defectos. Y ya que mencionaste el asunto te podría citar algunos más.

VOZ: Yo también.

JOVEN: Nunca había pensado en eso hasta ahora, pero me gustaría corregir todos esos defectos.

VOZ: Estupendo, ya has comenzado. Trabajaremos juntos tú y yo. Con mi ayuda se pueden obtener verdaderamente muchas victorias.

JOVEN:Mira Señor, necesito terminar esta oración. Ya me está tomando más tiempo de lo normal. “El pan nuestro de cada día dánoslo hoy…”

VOZ: ¿Y qué me dice del resto del pan que tiraste ayer?

JOVEN:¿Qué es esto, el día de las críticas? Estaba aquí cumpliendo con un deber religioso, y de repente te metes y me recuerdas todos mis defectos y las cosas que hago mal.

VOZ:Orar es algo peligroso. Puedes terminar cambiando, ¿lo sabías? Eso es lo que estoy intentando hacer. Me llamaste y aquí estoy, ahora es demasiado tarde para parar… Bueno, continúa orando, estoy interesado en la parte que sigue en tu oración (hay una pausa)… Venga, continúa.

JOVEN: Tengo miedo, Señor,

VOZ: ¿Miedo de que?

JOVEN: Porque sé lo que vas decir después.

VOZ: Inténtalo.

JOVEN: Está bien. “Perdona nuestras deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores?

VOZ: ¿Y qué me dices de Raúl?

JOVEN: ¿Ves? Lo sabía. Señor, él se cree mejor que yo, me critica, va diciendo mentiras de mí, no me habla y se ríe con su grupito cuando yo paso por delante.

VOZ: Pero, ¿y tu oración?

JOVEN: Eso no era lo que quería decir.

VOZ:¿Bueno por lo menos eres honesto/a. Pero no es muy agradable cargar con un sentimiento amargo, ¿no?

JOVEN: No, pero ya me sentiré mejor después que me las pague todas. Ya tengo pensado lo que le voy a hacer. Se va a arrepentir de lo que me ha hecho.

VOZ: No te sentirás mucho mejor. Incluso, sé que te sentirás peor. La venganza no hace feliz a nadie. Piensa en que si ahora eres infeliz, ¿cómo será más tarde?. Pero yo puedo cambiar todo eso.

JOVEN: ¿Puedes? ¿Cómo?

VOZ: Perdona a Raúl y después yo te perdonaré. Después el odio y el pecado serán problemas de Raúl y no tuyos. Puedes perder popularidad entre tus amigos, pero ganarás tu corazón y tendrás paz interior.

JOVEN:Pero Señor, yo no puedo perdonar a Raúl.

VOZ:Entonces yo me veo impedido para contestar la segunda parte de tu súplica.

JOVEN:Tienes razón. Bueno, siempre tienes razón. Prefiero estar bien contigo que vengarme de mi prójimo… Vale, vale, ya lo perdono y te digo más: ayúdalo a entregar su corazón a tu. Y ahora que pienso en todo eso, creo que si continúa actuando así, terminará mal, y eso me da pena.

VOZ:Maravilloso, muy bien. ¿Cómo te sientes ahora?

JOVEN:¡Hummmmm! Bien, nada mal, de verdad. Realmente ahora me siento muy bien. Parece como si el perdón ocupara el espacio donde antes estaba el rencor por Raúl.

VOZ: ¿Seguro?

JOVEN: Seguro, creo que es la primera vez, que recuerde, que no me voy preocupado/a a la cama.

VOZ: Pero aún no terminaste tu oración. Continúa.

JOVEN: Vale, “No nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal...”

VOZ: Excelente, haré exactamente eso, pero tú deberás evitar todo aquello en lo que puedas ser tentado.

JOVEN: ¿Qué quieres decir con eso?

VOZ: Yo te protegeré pero tú deberás dejar de ir a ciertos sitios que no son muy recomendables, aunque estén muy de moda, tendrás que dejar algunos de tus hábitos y algunos de tus amigos. Aquellos que dicen ser tus amigos, aunque realmente lo que hacen es perjudicarte. No te dejes engañar cuando te dicen que selo pasan bomba, pero tanto para ellos como para ti será la ruina. Después no meuses como puerta de escape.

JOVEN: No comprendo.

VOZ: Sí comprendes. Has hecho eso muchas veces. Te encuentras en una situación difícil, te metes en problemas y después corres hacia mí: Señor ayúdame, líbrame de esteembrollo y prometo que nunca más me meteré en otro. ¿Te acuerdas de este tipo de negocio que siempre tratas de hacer conmigo?

JOVEN: Me acuerdo y me avergüenzo, me avergüenzo de verdad.

VOZ: ¿Te acuerdas de alguno en especial?

JOVEN: Bueno, cuando un hermano de la iglesia me vio salir de la discoteca. Yo lehabía ido a otro sitio. Me acuerdo que te dije: Señor, haz que no se lo diga a mis padres y yo iré a la iglesia sin faltar nunca

VOZ: Esa persona no dijo nada a tus padres, pero tú no cumpliste tu promesa.

JOVEN:Persona Señor, perdona… Hasta ahora siempre había pensado que orar era decir unas cuantas frases o repetir otras y ya con eso era suficiente, pero nunca creí que pudieras contestar de esta manera.

VOZ:Bueno, termina tu oración.

JOVEN:“Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén”

VOZ:¿Sabes lo que me daría más gloria? ¿Lo que realmente me haría feliz?

JOVEN: No, pero me gustaría saberlo. Ahora quiero agradarte. Ahora quiero sentir lo que es ser un buen hijo tuyo y seguirte haciendo tu voluntad.

VOZ: Precisamente acabas de contestar mi pregunta.

JOVEN: ¿Si? ’

VOZ: Exacto. Aquello que me da más gloria es tener personas como tú que verdaderamente me amen y me sigan. Estoy viendo que eso está comenzando a ocurrirte a ti. Ahora que los viejos defectos fueron puestos en claro y esos obstáculos quitados del camino, nadie puede imaginar lo que podemos hacer juntos.

JOVEN: Señor, estoy deseando verlo que puedes hacer conmigo desde ahora en adelante.

VOZ:Y yo estoy deseando bendecir aún más ampliamente tu vida.

FIN

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