
En primer lugar, la definición de una iglesia disfuncional o enferma, dice el autor, se refiere a una congregación que ya no lleva a cabo los propósitos bíblicos fundamentales y esenciales.
En otras palabras, la iglesia no funciona correctamente; por lo que se le puede aplicar el término de disfuncional. El autor explica que “por desgracia” no tuvo que buscar mucho para encontrar más de 20 ejemplos actuales de iglesias claramente disfuncionales.
“En mi búsqueda, encontré seis temas recurrentes en todas ellas”. En concreto, en cada una de esas veinte congregaciones, en la iglesia se manifestaban claramente como mínimo tres de estos seis síntomas.
Reider reconoce que este artículo se queda “cojo” al referirse sólo al estado negativo de muchas congregaciones, pero adelanta que también está preparando otro con las respuestas que obtuvo de un análisis en busca de posibles soluciones. En cuanto se publique, lo difundiremos.
No se refiere, explica, a diferencias sobre cuestiones de los tiempos de la escatología. “Estos errores a los que me refiero eran la negación de las verdades esenciales de la fe cristiana. En algunos casos, el liderazgo ya no predica la exclusividad de la salvación por medio de Cristo”.
La congregación a menudo termina con la labor pastoral de una manera abrupta y de forma habitual. Quizás no siempre son formalmente expulsados, o cesados en su cargo, pero sí claramente presionados para que se vayan. Por este motivo, se trata de un tipo de iglesias en las que el tiempo de labor pastoral de una misma persona es siempre corto como norma.
Cualquier grupo social finalmente siempre va a tener que afrontar algún tipo de conflicto a diferentes niveles: las familias, los compañeros de trabajo, los grupos de estudiantes, y las iglesias. Por lo tanto esto en sí mismo no es ningún síntoma negativo. Pero las iglesias disfuncionales tienen conflictos a un mayor nivel, que a menudo se refleja en frecuentes explosiones emocionales entre miembros y líderes.
Dice Rainer que uno de los sencillos pasos que ha hecho en su estudio es visitar las empresas que se encuentran dentro de un radio de un kilómetro alrededor de la iglesia. En esa visita, simplemente les pregunta cómo llegar a esa iglesia concreta. “Si nadie ha oído hablar de la iglesia en ese círculo próximo, sé que algo está mal”, afirma.
Un simple ejemplo es la mejor forma de explicar esto. Supongamos que una iglesia ha disminuido en cuanto a la asistencia al culto en un 3% en los últimos dos años. Ahora, supongamos también que la comunidad en la que se encuentra esa iglesia ha crecido un 4% en los últimos dos años. “El contraste entre las dos tasas de crecimiento es llamativa y un claro síntoma de una iglesia disfuncional”, dice Raider.
“ Una familia en particular, incluso aunque se trate de una familia muy extensa, es la que realmente toma todas las decisiones importantes en la iglesia. Nada se hace sin su visto bueno, y generalmente esto incluye el del patriarca o la matriarca de la familia.
Si esto ocurre, en definitiva, “la iglesia existe en gran medida para satisfacer las necesidades de una familia”.
Autor: Thom S. Rainer, colaborador habitual del Christian Post.
Descarga gratis en tu teléfono y tablet 'En Busca de Jesús" y aprende cada día más acerca de la Biblia pulsando aquí
Este sitio utiliza cookies para mejorar la experiencia de usuario. Saber más
jovenes-cristianos.com | El portal cristiano para jóvenes en español | Copyright © 2022 | Todos los derechos reservados |