María y Marta estaban preocupadas. Su hermano Lázaro estaba enfermo. Cuando el doctor no pudo ayudarlo, le enviaron un mensaje a Aquel que creían podría ayudarlas.
“Señor, tu amigo querido está enfermo” fue el mensaje que recibió Jesús. Las hermanas probablemente esperaban que Jesús se apresurara y sanara a su hermano… pero Él no lo hizo.
De hecho, permaneció donde estaba por más de dos días antes de viajar hasta Betania.
Cuando finalmente llegó, hacía cuatro días que Lázaro estaba en la tumba. Cuando María escuchó que Jesús venía, salió a encontrarlo. Tal vez sentía decepción y que les había fallado; tal vez sólo quería estar sola en su dolor. Pero Marta corrió hasta Jesús. Con pena y desilusión, le dijo:
”Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto” (Juan 11 NVI).
Sé cómo se sentían María y Marta. También tuve un hermano enfermo. Los doctores tampoco pudieron ayudarlo. Así que le envié un recado a Jesús. Durante cinco meses le pedí que viniera a sanar a Dan. Pero demoraba mucho. Y cuando finalmente mi hermano no pudo ser sanado, me sentí como esas hermanas: “…si hubieras estado aquí…”
Pero esto es lo que Jesús le dijo a Marta –y a mí:
Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?
Sí, lo creo. Lo creo con todo el corazón. Porque Jesús es la resurrección y la vida, yo sé que la muerte de Dan es solamente temporal. Él despertará en el segundo advenimiento de Jesús –y nunca más morirá– sino que pasará la eternidad con nuestra familia en el Cielo. Si aquellos que amamos mueren y esperan en las tumbas que Jesús los sane en aquel día, volverán a vivir, tal como lo ha prometido.
He aquí como la versión de la Biblia The Message (se ha utilizado la versión TEA en su reemplazo) describe aquel día: “Les voy a contar algo que Dios tenía en secreto: No todos moriremos, pero todos seremos transformados. En un abrir y cerrar de ojos, cuando Cristo vuelva, se oirá el último toque de la trompeta, y los muertos volverán a vivir para no morir jamás” (1 Corintios 15:51, 52 Traducción en Lenguaje Actual).
La muerte no es el fin para los que creen en la resurrección de Jesús Tweetporque Su resurrección nos garantiza la nuestra. La mejor noticia que alguien puede darle acerca de Jesús, es esta: “¡Él, vive!” Esas dos palabras se harán cargo de cada pena, de cada sentimiento de desesperanza que usted haya tenido. Ellas son más grandes que su pena. Son su respuesta. Son su curación. Son su esperanza. Y son el verdadero significado de la Pascua.
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