
La Organización Mundial de la Salud ha identificado 10 factores globales de riesgo que impactan la salud:
(1) la falta de agua potable, sistemas sanitarios e higiene; (2) las emanaciones de combustibles sólidos dentro de ambientes cerrados; (3) la hipertensión arterial; (4) el colesterol elevado; (5) el consumo de tabaco; (6) la desnutrición y el bajo peso excesivo; (7) la obesidad; (8) el consumo de bebidas alcohólicas; (9) la relaciones sexuales de riesgo; y (10) la deficiencia de hierro.
Juntos, estos factores de riesgo suman más de un tercio de todas las muertes a nivel mundial (ver la Tabla 1).
Estadísticas impactantes
La falta de agua potable, sistemas sanitarios e higiene personal (especialmente asociados con infecciones diarreicas) causan mundialmente 1.7 millones de muertes al año. Nueve de cada 10 muertes afectan a niños, principalmente en países en desarrollo.
La mitad de la población mundial (3.100 millones de personas) está afectada por las emanaciones de gases que contaminan el aire de ambientes cerrados debido a los combustibles para quemadores y calentadores, lo que causa infecciones del tracto respiratorio inferior y enfermedades crónicas del pulmón.
La hipertensión arterial y el colesterol elevado en la sangre están relacionados con un excesivo consumo de alimentos grasosos, azucarados o salados. Este consumo pasa a ser aún más perjudicial cuando se combina con el uso del tabaco y el alto consumo del alcohol. En general, la hipertensión causa la muerte de 7 millones de personas al año y el exceso de colesterol más de 4 millones de muertes.
Las muertes relacionadas con ell uso del tabaco durante el año 2000 sumaron 5 millones de personas a nivel mundial, lo que representa un aumento de un millón sobre la cifra de 1990. Los fumadores tienen una frecuencia de muerte dos a tres veces más elevada que los no fumadores.
Más de mil millones de adultos en el mundo tienen sobrepeso y entre 300 a 500 millones son clínicamente obesos. Medio millón mueren anualmente en Norte América y en Europa Occidental debido a las enfermedades relacionadas con la obesidad. En las naciones indus-trializadas por lo menos un tercio de todas las enfermedades son causadas por tabaco, alcohol, hipertensión, colesterol y obesidad. Más de tres cuartos de las enfermedades cardiovasculares –la principal causa de muerte a nivel mundial– están relacionadas con el uso del tabaco, la presión arterial alta y/o el colesterol/la obesidad.
Globalmente, el alcohol causó la muerte de 1.8 millones de personas durante el año 2001, o sea, el 4% del total de la mortalidad; esta proporción es mayor en las Américas y en Europa. Desde una perspectiva global, el alcohol fue la causa del 20% al 30% de cánceres del esófago, enfermedades hepáticas, epilepsias, accidentes de tránsito, homicidios y lesiones intencionales.
Por lo menos un 27% de los niños (<5 años de edad) en todo el mundo tienen un peso excesivo. Esta condición causó unos 3.4 millones de muertes en el año 2000, incluyendo cerca de 1.8 millones en Africa y 1.2 millones en Asia. La desnutrición fue el factor contribuyente en el 60% de todas las muertes en niños de países en desarrollo. La falta de hierro es la deficiencia nutricional más prevaleciente en el mundo, que afecta a aproximadamente dos mil millones de personas y causa casi un millón de muertes por año. Los niños y sus madres son las personas afectadas con mayor severidad. La deficiencia de vitamina A es la causa principal de ceguera adquirida en niños. Además de la falta de yodo, es probablemente la principal causa de retardo mental y daño cerebral. La deficiencia severa de zinc causa baja estatura e incapacidad de la función del sistema inmune y es una causa significante de infecciones respiratorias, malaria y diarreas.
Globalmente, unas 2.9 millones de muertes pueden atribuirse a una conducta sexual riesgosa. La mayoría de esas muertes ocurren en Africa. Además, durante el año 2001 más del 99% de los pacientes con infección por el HIV prevaleciente en Africa fueron atribuibles a la misma conducta. En otras partes, la proporción de muertes por HIV/SIDA relacionadas con prácticas sexuales riesgosas oscilan entre el 13% en el Asia Oriental y el Pacífico hasta un 94% en la América Central. Después de su aparición y en menos de 30 años, HIV/SIDA es la cuarta causa de mortalidad en el mundo (ver la Tabla 2). Actualmente 28 millones (o sea, el 70%) de los 40 millones de personas con HIV residen en Africa, pero la infección se está diseminando por el resto del mundo. La expectativa de vida en la región del Africa situada al sur del Sahara se estima en 47 años; sin el SIDA ésta alcanzaría los 62.
¿Qué puedes hacer para reducir y eliminar riesgos?
Asume una actitud pro-activa ante la vida.
Las personas que no actúan con decisión contra los principales factores de riesgo para la salud con frecuencia se convierten en víctimas de enfermedades y una muerte prematura. “Comamos y bebamos, porque mañana moriremos” no es el lema de los que quieren resistir enfermedades y disfrutar de una vida saludable.2 Asumir una actitud pro-activa en materia de salud significa hacer de nuestra parte lo necesario para prevenir y evitar los factores de riesgo.
Responsabilízate de tu propia salud.
“Eso no me afectará” o “De algo tenemos que morir” y expresiones semejantes no reflejan el pensamiento de una persona valiente, sino irresponsable. Cuando hacemos frente a decisiones relativas al consumo de alcohol, tabaco o drogas, o cuando nos tienta la relación sexual riesgosa, debemos decir NO. Sólo una persona irresponsable dice: “Puedo dejar eso cuando me lo proponga” o “Caí víctima de una atracción irresistible”. Por el contrario, se mantendrá firme.
Haz algo positivo.
No asumas una actitud derrotista, pensando que no puedes hacer nada para contribuir a la buena salud de tu comunidad. Considera, por ejemplo, el peligro que representa un mal sistema de salubridad pública o la falta de agua potable. Muchos pueden ser afectados por esas realidades. Comunícate con el gobierno de tu localidad. Organiza una campaña de salubridad. Una comunidad organizada puede mantener limpio su vecindario, proveer saneamiento ambiental básico, y ser un ejemplo de ambiente saludable para otros.
No postergues lo que puedes hacer hoy.
Suponte que el médico te dice que debes dejar de beber licor debido a tu enfermedad hepática. No justifiques tu falta de acción con expresiones como éstas: “Esta noche es la gran fiesta. Quiero disfrutarla y mañana, sí, mañana voy a dejar de tomar”. Lo más probable es que mañana digas algo parecido y postergues otra vez tu decisión. Si estás afectado por alguno de los factores de riesgo ya mencionados, decídete y actúa inmediatamente.
No seas apático.
Un individuo tal puede saber que un régimen bajo en grasas, abundante en verduras, frutas y alimentos fibrosos ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, continúa comiendo alimentos grasosos y evitando las verduras, las frutas y los alimentos fibrosos. Lo más probable es que esa persona tenga poca salud.
Acciones que mejoran el bienestar.
Tú, que estás informado y eres inteligente, puedes decidirte y actuar en favor de tu salud mediante actividades preventivas, curativas o de rehabilitación. Veamos algunos ejemplos concretos:3
Mejora tu salud mental
Toma decisiones responsables sobre el uso de sustancias nocivas
Haz decisiones sabias sobre lo que comes o bebes
Otras decisiones importantes
Protégete de las enfermedades de transmisión sexual (ETS)
Contribuye a mantener un ambiente saludable
Autor: Esteban S. Poni y Carlos Poni
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