¿Cómo enfrentas los problemas diarios?

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Ciencia

Psicología / Relaciones

Publicado el 02/02/10 15:05

Suceda lo que suceda, no renuncies

El novelista Oscar Wilde escribió. “Experiencia es el nombre que todo el mundo le da a sus propios errores.” Esta observación de Wilde tiene doble sentido, insinúa que las personas siempre encuentran una escusa o disculpa para lo que hicieron, pero la verdad es que también muestra una verdad, “Fracasar es aprender una lección valiosa.”

El fracaso raramente es fácil de admitir y generalmente desanima. Cuando fallamos, nos sentimos frustrados y queremos abandonar.

Pero el fracaso es parte de la vida tanto como la respiración. Delante de él, debemos mirar atrás y volver al punto de partida e intentarlo nuevamente, esperando alcanzar éxitos en esa y en futuras pruebas.

Si piensas seriamente en eso, verás que somos como niños, intentando conseguir nuestros objetivos una y otra vez. Mira:

- Todos caemos la primera vez que tratamos de caminar.

- Todos casi nos ahogamos la primera vez que tratamos de nadar.

- Casi todos fallamos la primera vez que tratamos encestar o patear una pelota.

- Rowland Hussey Macy, fundador de la primera tienda de departamentos de América, fracasó siete veces, antes que su tienda fuera un éxito.

- El novelista John Creasey recibió 743 cartas de rechazo; después escribió sus 562 best-sellers.

¿Cómo enfrentas tú los problemas que te encuentras en la vida? ¿Te echas para atrás desanimado con miedo de arriesgarte a un nuevo fracaso o reunes todas tus fuerzas para intentarlo otra vez, encarando el desafío con más ganas, confiado en conseguirlo?

“Dios puede trasformar nuestros fracasos en éxitos, nuestros miedos en coraje, puede tornar nuestros prejuicios y fundirlos con Su amor, puede envolvernos cuando nos alejamos totalmente de Él y de nuestras obligaciones y extender su mano sobre nosotros para rescatarnos, puede hacernos volver y encarar la tarea que nos intimidaba y subyugar al enemigo que nos abatía”

- No estamos solos en nuestras luchas. Dios nos habla a través de La Biblia, para los tiempos difíciles: Isaías 41:10 “No temas, porque yo estoy contigo, que yo soy tu Dios que te esfuerzo: siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”

- Enfrentarnos a los fracasos y reveses de la vida es mucho más que buscar la victoria. Es ayudarnos a ser mejores, construyendo en nosotros un carácter más valiente. En Santiago 1:2-4 “hermanos míos, tened por sumo gozo cuando cayereis en diversas tentaciones; Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia. Mas tenga la paciencia perfecta su obra, para que seáis perfectos y cabales, sin faltar en alguna cosa.” 

- Debemos emplear la fe no solamente en nosotros mismo y en nuestras habilidades, sino en Dios que controla todas las circunstancias, es crucial si queremos vencer en este mundo, al cual no le importa nuestro éxito si no que más bien contribuye en nuestro fracaso. Dios declara en Jeremías 29:11, “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Dios, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”

Debemos tener una visión de ganadores no de perdedores.

La actitud de los ganadores

Germán Loaiza vende móviles. Algo normal, lo curioso es que los comercializa en un pueblo en el que no entra la señal... 

Tener un móvil allí, significa tanto como cargar un trofeo sin valor o quizá, llevar de un lugar a otro un trozo de hierro que podríamos decir que formó parte del Titanic después que se hundiera, en otras palabras, algo inútil y sin ningún tipo de valor. Pero vende. Y bastante. 

Lo conoció un amigo mío en Riofrío, provincia del Valle del Cauca, en Colombia. Es un pueblito de calles angostas, pavimentadas y con grandes caserones de madera con una arquitectura propia del siglo pasado. 

¿Cómo convence a sus clientes? Les dice que muy pronto por esa zona instalaran las antenas y todo lo demás y que entonces podrán captar la señal. De esta manera, asegura, en apartados lugares del campo que no sufrirán por la falta de comunicación... Es un hombre bastante elocuente pero es que está convencido de las bondades del producto que ofrece. 

Pero ante todo, tiene visión y el optimismo que te permite ver oportunidades donde muchos consideran que sería imposible hacer algo...

Una visión optimista

 Pensar y mirar la vida diferente que los demás, siempre traerá problemas. Es ir contra la corriente. Decir que el amanecer es de un color alegre mientras que la opinión del mundo es que hay densos nubarrones y lo más probable es que lloverá. A veces esta forma de pensar puede que algunos nos critiquen o se burlen de nosotros.

No es fácil ser optimista en un mundo de personas derrotistas, que todo lo miran por el cristal del pesimismo... Pero definitivamente los optimistas, aquellos que tienen fe, son los llamados a vencer. Representan esa generación que se levanta en victoria en una sociedad donde la derrota, la amargura y el sinsentido de la existencia es lo que prevalecen. 

Un incidente muy conocido

En la antigüedad doce espías tuvieron una misión importante. Ir a reconocer el territorio que iban a invadir. Tenían con expectativas. Pero una vez llegaron al lugar, la visión y entusiasmo inicial, cambiaron. Y cuando regresaron el informe de cada uno de ellos era particular y definía cómo veían las cosas. Números 13:31-33 Diez de ellos dijeron: "No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Ya hablaron mal entre los hijos de Israel de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gentiles, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.

Una visión pobre de la vida. Una autoestima baja. Una concepción derrotista.

Tres actitudes que representa la mayoría de las opiniones. Eran diez de doce espías diciendo que era imposible. Veían los problemas y no las soluciones. Engrandecían las dificultades y no sus capacidades para superarlas. Además estaban olvidando que tenían de su parte al Dios del universo, y solo eso les convertía en ganadores... Ahora, no todo podía ser derrota. 

Dos de ellos tenían una forma diferente de apreciar las cosas. (Versículo 30). "Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: "Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos". Vencer depende en gran medida de nuestra actitud frente a la vida y por supuesto, frente a los problemas. Allí está la diferencia entre los ganadores y los perdedores... 

El optimismo se contagia

Si pudiésemos contagiar más personas con nuestra fe, con la esperanza de que con la ayuda de Dios las cosas serán diferentes y que, así nos corresponda arar en el desierto cosecharemos mejores productos que nuestros amigos y conocidos, el mundo sería diferente. Habría menos fracasados. El número de frustrados sería menor. Las caras de desánimo no abundarían. Los rostros alegres serían mucho más comunes de lo que vemos hoy día... 

¿Cómo cambiar nuestra actitud frente a la vida? Primero, pidiendo a Dios que transforme nuestra existencia y nuestra forma de apreciar las cosas. Que nos libere de la predisposición al fracaso y esa visión que tenemos de creer que no podemos hacer las cosas. Que somos incapaces... El pasó que debemos dar, de entrada, es invitar a Jesucristo a que more en nuestros corazones.

Díganosle: "Señor Jesucristo, reconozco que mi vida necesita un cambio. Te pido que entres a mi corazón y hagas de mi la persona que tú quieres que sea. Ayúdame a crecer espiritual y materialmente, y dejar de lado toda inclinación al fracaso". Amén. Todos deberíamos hacer una oración similar, con nuestras propias palabras pero que el corazón las sienta. 

A partir de que hagamos esta oración, siempre que empecemos un proyecto, sometámoslo a la voluntad de Dios. Puedo asegurarte que a la par que crece tu vida espiritual, crecerán tus sueños y realizaciones...

Tenemos que entender que no estamos solos, Él siempre cuida de nosotros aun cuando creamos que se ha olvidado de nosotros, solo tenemos que decirle señor estoy en tus manos hágase en mi según tu voluntad, escóndeme detrás de la cruz para tu honra y gloria. Con nuestro señor Jesús seremos ganadores del más preciado tesoro, la vida eterna junto a Él.