¿Estás hart@ de pedirle a Dios una pareja?

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Ciencia

Psicología / Relaciones

Publicado el 17/02/16 14:38

Todos los días le ruegas a Dios que ponga en tu vida esa persona especial que se casará contigo y no obtienes respuesta, no sabes si Dios te oye o no, y hasta piensas que tienes el "don del celibato".

Déjame decirte: tranquil@... Dios ya te escuchó la primera vez, no hace falta insistirle. 

En este artículo trataremos este tema, para aquellas personas que llevan su tiempo esperando. ¡No te desanimes!

Cuando digo "no insistas", seguramente pensarás: “Pero la biblia dice que debemos insistir, 1 Tesalonicenses 5: 17 dice: “Orad sin cesar”.

Es cierto, dice que debemos orar sin parar, pero la oración no consiste sólo en pedir, no dice “pedid sin cesar”, más bien dice: “conversa conmigo todo el tiempo”. 

Dios ya sabe lo que necesitas, incluso antes de que se lo pidas, Salmos 139: 4 “Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.” Por eso, sólo díselo una vez y mientras Él prepara tu respuesta, te vendrá bien saber unas cuantas cosas acerca de esa respuesta que esperas. 

¿ESTOY PREPARADO PARA HACER FELIZ A OTRA PERSONA?

Todos le pedimos a Dios ese príncipe azul o esa princesa celeste que parece perfect@ o por lo menos tenemos unas expectativas altas sobre lo que esperamos que sea nuestro futur@ espos@, Y ¿por qué no? Dios es el rey del universo y puede darnos grandes cosas, como dice: Lucas 18: 27 " Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. "

Es cierto, Dios puede. Sin embargo, cambiemos de perspectiva: ¿Has pensado en que, tú vas a hacer la respuesta a la oración de esa persona que esperas?

Pregúntate: ¿soy yo lo suficientemente buen@ para él/ ella? ¿Podrá decir que soy ideal? Dios te va a dar un@ novi@ que encaje contigo, que esté a tu nivel,  así que, empieza a trabajar con Dios para que tú seas la respuesta a la oración de tu pareja. Si quieres un novi@ espiritual, lo más probable es que él/ella también quiera lo mismo de ti.

Si quieres que sea inteligente, desarrolla tu intelecto para que te sientas cómod@ al conversar con él/ella, si quieres una persona con un buen físico, cuida tu alimentación y ponte en forma. ¿Captas la idea? Seguramente estés pensando: “Dios, demora tu respuesta porque aún no estoy list@.”

¿ME CONOZCO A MÍ MISM@?

Convendría saber cómo reconocerla cuando llegue, para ello, es muy necesario conocerte a ti mism@, cuáles son tus gustos, tus sueños, tus proyectos de vida, tu carácter…etc.

Pongamos algunos ejemplos: Si tu proyecto de vida es vivir en algún país extranjero, deberás esperar alguien que piense de la misma manera o que pueda encajar con ese proyecto. Si eres una persona activa y te gusta el deporte, no esperes alguien que no tenga como hábito el ejercicio.

Conocerte a ti mism@ te ayudará a saber qué cosas son negociables y adaptables y cuáles necesitas como base para que funcione la relación, me refiero a aquellas sin las cuales, uno no puede ser feliz. Una persona cristiana no podría ser feliz con un ateo, por ejemplo. Esa reflexión es necesaria y te hará más fácil reconocer la respuesta de Dios. 

¿BUSCO YO, O BUSCA DIOS?

Recuerda que no eres tú quien va a responder tu oración, sino Dios. Génesis 2: 22 “Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.”

Dios entregó a Adán una compañera, Adán no tuvo que buscarla. Pensarás que tienes que hacer tu parte y buscarla. Sin embargo, estarías haciendo la labor de Dios, y Él es quien la busca y la pone en tu camino. Lo único que tienes que hacer es salir de casa, conocer gente nueva, relajarte y hacer amig@s con los que puedas compartir gustos, aficiones, en definitiva, que encajen contigo. 

Por último, como dice Salmos 37: 4 “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.” Disfruta de los regalos que Dios pone en tu vida todos los días, agradécele por todo lo que Él ya está haciendo por ti. Eso hará que dejes de preocuparte por no saber si Dios oye tus oraciones y trabajes junto con él para responder a tu oración. 

Autor: Lic. Carolina A.D.